Sur de Chile: Día 3 LAODSS Puerto Montt

1:56 a.m.


"I know it was you FredoYo broke my heart"Michael Corleone

En  el capitulo  anterior... Nuestro Héroe se levantó temprano para ir a buscar la camiseta del equipo local... Si, sin éxito! ¿Cómo sabían?Si bien en la  parte anterior contamos como fue el regreso y hasta el desayuno...  el resto del día no pasó nada porque llovió. Nuestro Héroe y su hermana fueron al Shoping y después volvieron pal Hotel. Como Nuestro Héroe se aburría se fue a dar una vuelta a pesar de la lluvia pero no sucedió nada relevante. Por lo tanto, esta vez vamos a inventar mas que de costumbre. Es mas, lo vamos a inventar CASI TODO.



La búsqueda de la camiseta fue una empresa en  vano, el estadio de Deportes Puerto Montt estaba cerrado y desierto. Frente a él un viejo puerto con barcos oxidados y la ruta que se extendía, a ambos lados, hacía el horizonte. A pesar de ser una mañana soleada el viento era muy fuerte, Nuestro Héroe apenas podía mantener los ojos abiertos. Tapándose con un brazo cruzo el camino y se dirigió hasta la única parada de bondi visible en, bueno... era lo único que había. El tiempo pasaba pero la actividad en la zona seguía paralizada. No pasaba nada, mucho menos el colectivo. 


De entre los barcos, subiendo por la escalera del muelle, sugió un pibe que iba con auriculares puestos. Camino unos pasos mas y se detuvo al borde de la ruta. Nunca atinó siquiera a mirar en dirección a Nuestro Héroe. Si bien Nuestro Héroe se encontraba en único poste con un banquito al lado, (y por lo general las paradas de omnibus son postes con banquitos) y este misterioso extraño estaba simplemente en un punto cualquiera al lado del camino, fumando mientras nada pasaba, a Nuestro Héroe le entró la duda. Después de todo el era un turista mas y el otro parecía ser un lugareño, quizás sabía algo que él no. Por lo tanto se acerco, dubitativo, hasta quedar al lado de El Hombre Del Puerto. Pero este hizo caso omiso de la presencia de Nuestro Héroe, incluso cuando él mismo le dirigió la palabra. Nuestro Héroe pensó "O escucha la música demasiado alta, o es un chileno de mierda" Mientras dirimía la cuestión con una marcada tendencia a la segunda opción (?) por su lado, a paso lento y sonteniendo una mochila que solo colgaba por el lado derecho, pasó otro hombre que hizo caso omiso de ambos dos. Primero Nuestro Héroe simplemente lo vio alejarse un poco, sin poder salir de su asombro. Después lanzó una mirada de desdén a El Hombre Del Puerto y apuró el paso para alcanzar a este nuevo extraño que se cruzaba en su camino. 



Este se mostró mucho mas simpático que el anterior, devolviendo a Nuestro Héroe la fe en la chileneidad(?), y le confirmó que la supuesta parada efectivamente era la parada. El hombre tenía facilidad de palabra, o al menos era lengua suelta, y contó que salía de trabajar en la universidad, al tiempo que señalaba sobre el hombro de Nuestro Héroe. Cuando este volteó no pudo evitar que detrás del estadio se erigía un edificio. La Universidad tenía un tamaño modesto, pero de todas formas era suficientemente grande como para tener que haberla notado antes. 
Ni tiempo tuvo de preguntarse como se le pasó tremendo edificio que ya estaba llegando el bondi.




Quien sabe de donde vendría, pero el colectivo estaba lleno, lo cual no fue un gran problema porque El Hombre De La Universidad le cedió el único asiento disponible a Nuestro Héroe, que dudo un momento antes de tomarlo puesto que es un poco sospechoso que en un colectivo lleno haya un asiento que nadie quiera tomar. Mientras El Hombre De La Universidad le seguia dando chachara sin parar, Nuestro Héroe puso el GPS en su celular, no porque vaya a pserderse ya que era una ruta derecha hasta llegar a la ciudad donde tendría que bajar, si no porque le gustaba ir controlando el camino y saber mas o menos cuanto faltaba. 
Durante el viaje El Hombre De La Universidad contó muchas cosas que a Nuestro Héroe realmente no le interesaban, a las que respondió sistematicamente alternando entre mover la cabeza afirmativamente y la onomatopeya "ajam". Pero un giro inesperado lo sacó de su letargo. Literalmente el colectivo dobló cuando el GPS indicaba que aun quedaba un largo tramo completamente derecho.



El cambio de expresión, de tedio a confusión, en la cara de Nuestro Héroe fue detectado por El Hombre De La Universidad que aprovechó para iniciar una perorata que explicó muchas cosas, menos por que el bondí había tomado esa rotonda. "Ese es el monolito del Rotary Club" comenzó "Hace mucho tiempo, en la época de la colonización, llegaron dos clanes que se disputaron todo el Nuevo Continente. El Rotary Club y el Club de Leones. En un principio trabajaron juntos, uniendo fuerzas para lograr conquistar a los locales, pero una vez conseguido ese objetivo volvieron a enfrentarse entre si para disputarse el control total de cada una de las zonas colonizadas. Pero una vez conseguido ese objetivo  se enfrentaron entre si para disputarse el control total de la zona. Eventualmente el Rotary venció y tomo el bastión de la Cruz. Los pocos sobrevivientes del Club de Leones, que eran cazados en plan de exterminio, huyeron hacía los picos nevados del Volcán Calbuco. Pero juraron volver. Aunque eso no sucedió... hasta hoy" y El Hombre De La Universidad no volvió a pronunciar palabra. Por mas desconcertante que este relato pueda parecer, Nuestro Héroe hacia rato que ya no disfrutaba de su compania, así que aprovechó para pasar el resto del viaje mirando absorto a través de la ventana. 



De golpe el bus dió un salto, como de haber pasado una exageradisima loma de burro sin siquiera aminorar la marcha, o haberse comido un bache digno de empacho(?) Todavía un tanto aturdido miró a los lados para descubrir que el colectivo estaba completamente vació. Nadie mas que él ocupaba el vehiculo. ¿En qué momento habían bajado si la ruta no contemplaba mas paradas hasta llegar a la ciudad? Y de haberse realizado paradas alternativas, ¿Cómo no las había notado? ¿Acaso se había quedado dormido? Parecía poco probable porque nunca se duerme en transportes en movimiento pero... definitivamente sonaba mas verosímil que unas 50 personas desapareciendo por arte de magia. El conductor, sin dejar de mirar hace el camino pronuncio las siguientes palabras

"Cuando la noche cubra el día
y el volcán chorre sangre
comenzará la cacería
purgadles, purgadles"

Las puertas centrales del micro, que se encontraban frente a Nuestro Héroe, se abrieron de par en par.


Nuestro Héroe bajo del micro con el culo lleno de preguntas. Y ahí estaba, en la plaza central de la ciudad. En la calle no había un alma. A un lado se encontraba el volcán teñido totalmente de rojo. Al otro la isla del Bastión de la Cruz, el monte del Rotary, pero el cielo detrás del mismo no era celeste, era un naranja furioso. Parecía estar prendiéndose fuego, en pocos minutos ese fuego lo había consumido todo y ahora el fuego estaba totalmente negro, quemado. Ni bien termino de cubrirse empezó la llovizna.  


El mar estaba enojada ese día amiguitos, y los carteles de alerta de tsunamí no parecían alentadores. la lluvia, que había empezado como una leve garua, empezaba a pegar duro. Los fuertes truenos indicaban que la cosa no iba a mejorar. El lugar donde se encontraba Nuestro Héroe  era muy abierto y no había donde cubrirse del incipiente diluvio. En un golpe de vista descubrió (Y otra vez este recurso, y siempre este recurso y hasta cuando este recuerso) un domo, pero cuadrado(?), de vidrio en la costanera, como la pirámide del Louvre pero otra vez no porque ya dije que era cuadrado. Nuestro Héroe corrió hasta la entrada cubriéndose la cabeza con la campera. Suerte para él, estaba abierta. Una vez adentro la lluvia era tan intensa que generaba una cortina de agua. La lluvia  era cada vez mas fuerte, la tierra comenzó a temblar y un fuerte sonido imposible de determinar hizo retumbar las paredes de vidrio. Nuestro Héroe no podía ver hacia afuera, pero recordó los carteles de "alerta zona de tsunamis"


Nuestro Héroe iba desesperado de un lado a otro de la "capsula" pensando que una estructura de vidrio no era el mejor lugar para cubrirse se un posible Tsunami. En una de esas vueltas desesperadas, tropezó. Tropezó con una puerta en el piso. A esta altura desconfiaba hasta de su sombra, pero ¿Qué podía ser peor que morir aplastado por una ola gigante y atravesado por cientos de vidrios? así que se mandó. Cerró la compuerta y se encontró rodeado en la oscuridad total. Al intentar iluminar prendiendo el celular lo primero que apareció frente a él fue la figura inmóvil de El Hombre De La Universidad. Asustado Nuestro Héroe dejó caer su celular. Para cuando lo levanto ya no había nadie ahí, solo lo que parecía un largo y oscuro pasillo cavernoso. La escotilla parecía estar forzándose por el empuje del agua, no quedaban muchas oportunidades mas que avanzar, así que avanzó. El camino era extenso y monótono hasta que se escucharon unos pasos que venían por detrás. Se alternaban rápidamente, alguien corría... y no había suficiente espacio. Nuestro  Héroe atinó a pegarse a la pared para evitar que se lo lleven puesto. Por el haz de luz alcanzó a ver que quien pasó atolondradamente era El Hombre Del Puerto. Trato de alcanzarlo a las corridas pero llegó al final del camino sin lograrlo. Se preguntaba donde podría haber ido y se puso a tantear la pared hasta que logro abrir una puerta. Del otro lado un gran lobby de hotel totalmente iluminado. Podríamos describirlo al detalle pero a esta altura, y con unas cuantas pistas en la merma de la calidad de la prosa, ya se habrán dado cuenta que simplemente tengo ganas de terminar esta historia y punto (?) A cada lado el acceso a un pasillo diferente y en medio de ambos se encontraba El Conductor Del Bus, pero esta vez vestido de “botones” de hotel. La decisión parecería azarosa, y el ruido del agua bajando a toda velocidad por la caverna hacia correr el reloj. Nuestro Héroe pudo ver a El Hombre De La Universidad y a El Hombre Del Puerto alejandose por el pasillo de la derecha y no lo pensó mas, enfiló para ese lado. El brazo de El Conductor Del Bus se le cruzo por delante como una barrera impenetrable. Nuestro Héroe insistió pero El Conductor Del Bus no cedía, hasta que  dijo “necesito la contraseña” Consiente de que estas probablemente serían sus últimas palabras antes de morir ahogado, y sin la más mínima idea de que podía querer escuchar El Conductor Del Bus,  Nuestro Héroe opto por hacer un chiste “¿Fidelio?” El Conductor Del Bus lo miro un instante, inexpresivo “Por aquí señor” dijo y lo acompaño hasta el pasillo de la izquierda. No parecía lo ideal pero peor es nada. Luego de entrar cerro la puerta detrás de si y casi inmediatamente escucho como el lobby se llenaba de agua violentamente. Frente a él un pasillo que terminaba en una escalera, tal vez, la mas larga que había visto.



Nuestro Héroe alcanzó los últimos escalones casi a rastras. Pegado al último escalón una gran puerta de metal atravesada por una barra para empujar. La abrió y estaba del otro lado. Cuando sus ojos se acostumbraron a la luz entendió donde estaba, estaba en el shoping. Rodeado de gente paseando, haciendo compras, como si nada hubiese pasado. Agotado y muerto de hambre vio el puesto de donas. Se compró dos y un chocolate caliente con menta para llevar y salió a la calle. Cruzo la calle hasta la plaza central, todo parecía estar en orden. No había devastación ni signos de inundación. El sol se ponía ofreciendo un bello espectáculo como cada tarde. Solo había algo diferente, el monolito del Rotary tenía tres rajas profundas, como si  hubiese sido desgarrado. 


EN EL PROXIMO CAPITULO

Volverá todo al a normalidad? Tendremos un diario de viaje normal? Seguramente!


Dejó acá el esqueleto de esta cosa


venia de buscar la camiseta



toma bus
dobla extrañamente en la rotonda del rotari
tipo le cuenta que rotary y leones se disputaban, rotary gana y se queda con el monte de la cruz. Leones hiyen hacia los picos de la montaña.
qda absorto en sus pensamientos
lo espabila bachazo
no hay nadie en el bondi (como, nunca paro, se durimio?)
De golpe frena, el bondiero sin decir dear de mirar hacia adelante dice algo de "cuando el dia sea noche y la noche sea dia blah" de que va a volver el club de leones y le abre la puerta
escenario raro, calles vacias
llueve y sale de abajo la cosa esa de vidrio
se mete
laberinto
sale por el shoping y se compra las donas.

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4 comentarios

  1. Qué bonito volver a este blog y leer todo esto. :)

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  2. Vos no estabas buscando camisetas. Estabas buscando al dealer y se ve que lo encontraste. Este viaje se convirtió en The Lamb Lies Down On Puerto Montt. El hombre del puerto era Rael.

    Ferchu Lynne

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    Respuestas
    1. jajajajajaja

      Bueno, en el dia 2 de el que hicimos nosotros tb hubo un momento surreal (?)

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